¿Cómo Evitar Maltrato a Los Niños?
Cuando los padres descubren que un niño ha sido maltratado por su cuidador suelen indignarse y al mismo tiempo se sienten culpables.
En algunos casos los padres no pueden cuidar de sus hijos todo el tiempo y necesitan dejar a sus hijos al cuidado de alguien. Cuando no disponen de familiares directos en los que confían completamente esto supone un problema. ¿Cómo saber que pueden fiarse de la persona que queda al cuidado de su tesoro más preciado?
Está claro que todos los padres antes de dejar a su hijo con alguien intentan tener el máximo de referencias posibles sobre esa persona. Pero incluso así, a veces nos llevamos sorpresas que pueden ser muy desagradables. Todos conocemos historias de cuidadores que fueron grabados en vídeo y gracias a eso se descubrió que maltrataban a los niños dejados a su cuidado.
Hay dos situaciones diferentes:
1. Niños que ya saben hablar: Si nuestra relación con nuestro hijo es buena, los niños suelen confiar a sus padres si sufren situaciones de abuso. Pero hay situaciones en las que puede no ser tan fácil: Puede haber algunos niños que inventen historias, acusando a los cuidadores como estrategia para conseguir que los padres se queden, o simplemente cuando el cuidador actúa de forma adecuada no cediendo a todos sus deseos. Valorarlo depende mucho del carácter del niño, pero debemos tener siempre presente que debemos mostrar al niño lo importante que es no mentir, pero que de entrada merece nuestra confianza por encima de cualquiera.
Cuando un niño nos cuenta que ha sido maltratado por la persona que dejamos a su cuidado debemos pensar de entrada que siempre es verdad, buscando aspectos que puedan demostrarnos la veracidad de lo que cuenta y si hay dudas, poniendo medios para comprobarlo. Hay signos indirectos, a veces más fiable que la prueba más visible. Y es observar al niño cuando no se sabe observado. Si cuando un niño se entera de que va a quedar con el cuidador empieza a mostrarse preocupado o nervioso (especialmente cuando no se sabe observado) puede ser un signo claro de que puede estar siendo maltratado. Igualmente, nada puede dejar más tranquilos a unos padres que el hecho de que el niño reciba al cuidador o la noticia de que va a quedar con él con agrado.
2. Bebés que no saben hablar: Cuando los niños no son capaces de hablar están especialmente indefensos. Y eso hace que debamos estar más atentos a pistas de que el niño esté siendo maltratado: Deberíamos compartir un tiempo con el cuidador del bebé y con él, para favorecer que se forme un vínculo inicial de confianza entre ambos, y para valorar la forma en la que el cuidador se las apaña con él. Habría que ir aumentando progresivamente el tiempo que queda a su cuidado y observar la reacción del bebé cuando queda a su cuidado y cuando llegamos.
Ante cualquier signo de violencia hay que pedir una explicación y si no es razonable, sospechar lo peor. No acusar sin pruebas, pero la prioridad no es “cazar al maltratador” sino proteger al bebé. Y en ese aspecto ante sospechas de que estén maltratando a nuestro hijo, no es cuestión de tender una trampa al cuidador, sino de cambiarlo. Aún con todo lo dicho, está claro que este es un tema difícil. Mi consejo como siempre es que observéis a vuestro hijo y sus reacciones. Eso es lo más fiable.
Fuente: Mipedriatraonline